Los retos que nos ha planteado la pandemia.

Por la Dra. Mónica Lozano, rectora del Gimnasio Norte del Valle.

El 2020 fue un año de retos para todas las personas del planeta: tuvimos que hacer frente a una pandemia con hondas repercusiones en la vida personal y social y cuyos efectos se han visto acelerados por los procesos de globalización que vivimos actualmente. 

América Latina es una de las regiones más afectadas. En el caso particular del sector educativo, la UNICEF ha alertado sobre lo que denomina una educación en pausa. De acuerdo con los datos recogidos a la fecha, sabemos que más de 137 millones de niños y niñas en América Latina no asisten a las escuelas y han perdido casi 4 veces más de días escolares que los del resto del mundo. Igualmente, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos, solo 1 de cada 3 niños, niñas y adolescentes de escuelas públicas tiene acceso a educación a distancia de calidad en el hogar, en comparación con 3 de cada 4 niños de escuelas privadas (UNICEF, 2020).

A pesar de los retos que ha implicado para el colegio, ubicado en un municipio pequeño y sin la disponibilidad de recursos públicos para hacer frente a la pandemia, en el Gimnasio Norte del Valle asumimos el reto de brindar, en este contexto, una educación con la calidad que nos ha caracterizado, generando las transformaciones pedagógicas y tecnológicas que aseguren que nuestros estudiantes cuenten con la posibilidad de seguir su proceso de escolarización y mantener las rutinas y los espacios de encuentro permanente con sus compañeros y profesores.

En lo que llevamos del año escolar 2020-2021, los estudiantes del GNV han recibido sus clases de manera regular, lo que significa que hasta el inicio de vacaciones de diciembre tuvimos 70 días de clase y 350 horas de clase ininterrumpida, además se han ofertado 70 horas adicionales por alumno, para asesorías y refuerzos en el horario de 2:00 a 3:00 pm. Se han hecho adecuaciones al currículo de manera que se de prioridad a los aprendizajes básicos en cada uno de los grados y asignaturas y continuamos con un proceso de evaluación riguroso que incluye pruebas internas como externas que permite hacer el seguimiento permanente a la manera en que funciona la estrategia. Desde su servicio de psicología se han atendido las necesidades psicológicas de niños, jóvenes y familias.

Si bien la experiencia que hemos tenido hasta la fecha ha sido positiva, sabemos, que la educación mediada por tecnologías no puede suplir los lazos personales que se generan en una educación presencial y que son parte fundamental del aprendizaje y la socialización de los niños y jóvenes. Por eso nos encontramos actualmente preparando el Plan de Alternancia para el regreso gradual, progresivo y seguro a las aulas.

Junto con los maestros y el Consejo Directivo de la institución educativa y con el apoyo de padres de familia vinculados al sector salud y de estudiantes que hacen su servicio social en el proyecto de Comunicación para la Alternancia, nos encontramos preparando el Plan para el Regreso Seguro a las Aulas, que esperamos iniciar en la última semana de enero o primera de febrero, dependiendo de las condiciones epidemiológicas del municipio y de la autorización de la Secretaría de Salud del municipio.

El plan que sigue el colegio cuenta con varias fases que permiten que se realice de manera gradual, progresiva -iniciamos con pocos grados y vamos aumentando poco a poco hasta el regreso de toda la comunidad- y segura, minimizando los riesgos de contagio entre la comunidad educativa. En una comunidad pequeña como la nuestra, el regreso a las aulas es posible si extremamos la prevención, si desarrollamos y compartimos conductas de autocuidado y de cuidado al otro y si generamos lazos entre los distintos miembros de la comunidad educativa basados en la confianza sobre las pautas que seguimos.

Espero que juntos logremos, en este 2021 que apenas inicia, sortear los retos que nos depara la evolución que sigue la pandemia, teniendo como centro el bienestar de los niños, niñas y jóvenes.